Mi razón de ser.

Para mi escribir es como respirar. Si escribo, vivo y viviendo escribo. Me produce una sensación inconmensurable de felicidad. Cuando empecé a escribir era muy inocente y risueña, todo eran palabras positivas. En cierta forma, se podría decir que la felicidad se debía a la ignorancia, ya que muchos piensan que “La felicidad es ignorancia”. Hubo un día en que al leer mis escritos no me reconocí en ellos, de repente eran un tanto oscuros para ser míos. Entonces me di cuenta de que algo estaba cambiando, estaba madurando. Quizás, incluso, aprendiendo y siendo cada vez un poquito menos ignorante en cuanto al mundo real se refiere, abriendo los ojos. Sentí un tortazo inmenso. La vida no tenía sentido. Pasaron unos días, leí otra vez aquello negro que salió de mi y sorprendentemente, sentí de nuevo esa sensación de felicidad. Vi, que aún tratándose de un sentimiento desagradable, una experiencia negativa o un punto de vista que no puedo comprender, el simple hecho de plasmarlo en papel hace que me enfrente a ello. Senti que sirve de algo ser consciente de problemas, ya sean mundanos o personales, afrontar la realidad es el primer paso hacia el cambio. Aunque parezca que cuanto más sabemos sobre la vida menos sentido tiene, que es un caos completo, entender lo que ocurre depende sólo de nosotros. Como ya he dicho, muchos piensan que “La felicidad es ignorancia” porque aquellos que ignoran lo que ocurre en este mundo, no tienen preocupaciones, ergo viven en su burbuja y así es, pero no creo que la realidad este reñida con ser feliz. Aunque muchas veces ver la verdad duele, te hunde en lo más profundo del pozo, lo que te ayuda a salir, a buscar soluciones, es el saber. Reconocer tus propios errores y aprender de ellos. Sin Saber no hay Felicidad posible.

Y es por eso que desde ese momento mi hambre de saber creció y nunca menguará ya que, aunque bebamos grandes cantidades de sabiduría, todos somos aún ignorantes y nunca seremos sabios en todos los aspectos porque que la vida es un constante aprendizaje. Esa es la belleza de nuestra existencia. Produzcamos y devoremos pues, porque de todo se aprende y es la única manera de intercambiar nuestras ideas y sensaciones sobre lo que nos ocurre a nosotros en particular o al ser humano en general.
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En este blog compartiré con vosotr@s algunos escritos de esos que he denominado "risueños e inocentes" que escribí hace tiempo, otros más realistas y algunas reflexiones que me origine la vida misma. Se admiten todo tipo de comentarios ya que nada resta, todo suma, todo nutre.