Nos quejábamos de que las cosas
no podían seguir así, que íbamos por mal camino y ahora que nos hace parar, no
lo hacemos. Por supuesto que el movimiento #yomequedoencasa sirve para ayudar a que no se
expanda el virus y a que sea todo más llevadero para algunos colectivos de
trabajadores, la clave está en parar también mentalmente, relajarse. Parar no significa quedarse
en casa recibiendo mil inputs al mismo tiempo, la sociedad está más activa que
nunca en las redes y eso aumenta el campo electromagnético que no es sano ni
para ti, ni para la tierra que habitas.
Desconecta un poco. ¿De qué te
sirve estar en casa si no sabes conectar con tu cuerpo, con tu ser, contigo
mismo?. Te aburrirás o rozarás la locura. Aprende a parar de verdad. Desconecta
el móvil, no mires vídeos todo el rato ni leas artículos sobre la actualidad
constantemente. Apártate de las redes por un momento, una cosa es buscar
inspiración y la otra es perder toda una tarde con el teléfono; encuentra la
inspiración y luego utilízala. Escribe, pinta, canta, baila, lee, cocina... Hay
mil maneras de sacar el artista que llevas dentro y deshacerse de miedos que te
estén bloqueando, quizás estás privando al mundo de algo muy grande! Igual
descubres una nueva habilidad, incluso profesión.
¿De qué sirve parar la vida fuera
si no paramos un poco dentro? Debemos saber parar de verdad, y escuchar. Sino
esta oportunidad que se nos brinda para la transformación no va a servir de
nada. Lleva la mirada hacia adentro ¿Qué necesitas cambiar tú para que las
cosas cambien? Haz de este momento, un momento útil para conocerte, para ser
consciente. Si no lo hacemos, lo que va a suceder es que retomaremos todo dónde lo dejamos y
¿para qué? para volver a quejarnos de lo mal que va todo, de que no tenemos
tiempo de nada etc. APROVECHA AHORA. Reinvéntate, sé quien de verdad quieres
ser, es ahora o nunca. Utiliza estos días para estar contigo mismo, con tu
cuerpo, mimarte, meditar, hacer yoga, sacar tu lado creativo. Cocina lento y
come despacio, con consciencia, date masajes, ordena tu habitación con gusto y
riega las plantas con calma, una a una, sin prisas esta vez.
Siempre digo que la soledad
buscada es paz encontrada. Busca ratos de soledad y si no los encuentras y discutes
con tu familia, aprecia esas discusiones como oportunidades para mejorar, saber
qué necesitas tú es la clave para ayudar a los demás a que descubran también lo
que necesitan. Deja la lucha entre querer estar tranquilo y
querer estar al tanto de todo lo que pasa, a cada minuto pendiente de las redes,
los vídeos y los chats. Ríndete al ahora, entrégate a la maravilla de no hacer
nada más que mejorar la relación que tienes contigo mismo. Es momento de
cambio, de escucha, de transformación, de crecimiento interior, depende de ti
que sirva de algo.
Relájate en el momento presente.
Disfruta del parón, es necesario para la transformación individual que nos
llevará a elevar la conciencia colectiva. La Madre Tierra te lo agradecerá, si
sólo la ayudamos ahora bajando el ritmo y luego volvemos a lo mismo de antes habrá un efecto rebote. Toma
conciencia, por ella, por todos, por ti. Menos es más.